Continuamos echando un vistazo a las propuestas electorales, y por tanto de Gobierno, que el en ese momento candidato socialista, Darío Dolz, recogía en su programa electoral, hace ahora exactamente cuatro años, en 2019. En el apartado Somos ciudad de servicios públicos, el documento, en primer lugar, anunciaba que Reforzaremos el servicio de limpieza de parques y jardines en todos los barrios de la ciudad. No hace falta más que darse una vuelta por estos recintos para comprobar el deterioro que sufren, sobre todo los que cuentan con instalaciones destinadas al juego de los más pequeños. El segundo punto de esta sección se refiere a un Plan municipal para la eliminación de las pintadas y takeos (firmas). Hasta abril de 2023, el día 19 en concreto, ha habido que esperar para contemplar una instantánea del primer edil poniendo en marcha el mencionado plan. Claro que a tenor de cómo sigue la ciudad o la limpieza no va demasiado rápida o no ha abarcado todos los barrios y edificios cuya fachada ensucian estos pintarrajos. Las fuentes municipales también iban a ser objeto de reparación, así como abordar el problema del botellón y los llamados vertederos ilegales para controlarse. No ha habido demasiado éxito en ninguno de estos empeños. La ciudad no luce limpia y determinadas zonas son realmente preocupantes por la insalubridad y vegetación que acumulan. Por supuesto, de los anunciados agentes de proximidad, ni rastro, aquellos que iban a convertirse en un referente de autoridad en el barrio según el programa del psoe.
En cuanto a la Educación y la Cultura, Dolz prometía escuelas para periodos vacacionales como Semana Santa o Navidad, las de verano ya son un clásico, y la adaptación de espacios naturales con fines didácticos. También la utilización de lugares de propiedad municipal cerrados y en desuso para iniciativas sociales y culturales, así como la puesta en marcha de contenedores culturales. ¿Dónde están?
Por lo que se refiere al Bienestar, el psoe municipal anunciaba la puesta en marcha de un equipo itinerante de Servicios Sociales que se traslade a los barrios y pedanías periódicamente para atender a los ciudadanos, recogía el programa. De hecho, el entonces candidato se refería a esta propuesta ya iniciada la campaña, un martes de mercadillo en la capital. Convertir a Cuenca en una ciudad de comercio justo, promover un albergue juvenil y mejorar las instalaciones municipales eran otros de los cometidos que se había marcado el alcalde, así como reformar instalaciones deportivas y ayudar a las asociaciones y clubes más pequeños.
Entre lo prometido por Darío Dolz se encontraba, en 2019, el apoyo a la creación del Geoparque de la Serranía de Cuenca. Este proyecto fue anunciado, en concreto, el 20 de febrero de ese mismo año por su compañero de filas, Ángel Tomás Godoy, entonces delegado de la Junta de Comunidades. Nada de nada. Dentro de este apartado verde, el alcalde aseguraba que iba a impulsar un proyecto de Calefacción de Distrito, sin rastro, por cierto, y el uso del coche eléctrico, con puntos de recarga en edificios públicos. Parece que tampoco ha llegado a buen puerto…
Entre los retos que denominaba solidarios, Dolz recogía uno muy significativo, colaboraremos con la Junta de Comunidades en todo lo necesario para atraer inversiones a nuestra ciudad, acabando con la política obstruccionista que ha imperado en los últimos años. Aparte de que la llegada de inversiones a la capital brilla por su ausencia, si podríamos asegurar que los términos de esa supuesta colaboración han causado el efecto contrario. La Junta ha centrado su atención en otras capitales de Castilla-La Mancha, para sus fines de desarrollo, centrándose en la provincia de Cuenca sólo para seguir esquilmándola, con el cierre del tren, por ejemplo, y con una más que evidente ausencia de grandes proyectos empresariales. Si se han ido de la capital empresas como Siemems Gamesa, y numerosos negocios y autónomos han tenido que cerrar por la asfixiante situación económica.
El último apartado se centraba en los barrios Cuenca es en gran medida sus barrios, todos ellos con características y necesidades diferentes. Queremos volver a poner la mirada en los barrios y propiciar espacios urbanos más saludables… apuntaba Dolz en su programa de 2019. Por no alargar demasiado estas líneas, el entonces candidato prometió nuevas marquesinas, mantenimiento adecuado, otra vez, de zonas infantiles y parques, reparación de fuentes, también de zonas como escaleras, bacheados, eliminación de pintadas, mejorar la iluminación, reforzar la limpieza, proteger el patrimonio, extender el servicio de autobuses… Para los vecinos de la Zona Centro, con su reivindicativa asociación, Dolz lleva cuatro años mareando la perdiz para, entre otras cuestiones y tal y como prometió, remodelar la Plaza de España y el edificio del Mercado y, también, embellecer el Parque de San Julián.
Nada más que añadir al incumplido programa. Solo hay que darse una vuelta por la ciudad y comprobar los resultados. Nueva prueba, una más, de que hay quien escribe y promete cualquier cosa para ganar. Y una vez en el poder, pasa 3 años y medio tranquilamente, mientras que, en los últimos seis meses de legislatura, comienzan los nervios, las prisas y las mentiras. Y así, sigue el blucle…
Texto: AGA
Imagen: Parque infantil de Cuenca en un deficiente estado