Parece que Cuenca, Soria y Teruel tienen algo más en común que la pérdida acuciante de población y la falta de soluciones al respecto. Son provincias con pueblos que se van quedando sin gente, desgraciadamente, y unas capitales pequeñas, donde, en teoría, la calidad de vida no debería de plantear ningún problema. Y su gobierno tampoco, aunque en la realidad parece que no sea así.
Costaba identificar que un panfleto del que se hacía eco la plataforma Descubriendo Cuenca no hablada de la cuidad conquense. Al parecer el Barrio de San Pedro, de Soria, se despertaba estos días con unos folios distribuidos por la zona en la que los vecinos se quejaban por la falta de aparcamiento para los autóctonos, es decir, para quienes residen en él. Los compañeros sorianos se quejan de la supresión progresiva de estos espacios, “no estamos en contra de un barrio más amable para todos, pero si de tener que dar innumerables vueltas para aparcar y pagar multas por no poder hacerlo correctamente. Por eso es imprescindible que se habiliten espacios suficientes y gratuitos para que los vecinos de este barrio de gente trabajadora puedan estacionar sus vehículos”. El texto continúa, “¿O solo los que dispongan de dinero suficiente para comprar una plaza de garaje y no tengan necesidades más urgentes van a poder tener coche? Basta ya de castigar al barrio de San Pedro. Basta de favorecer el turismo por encima del vecindario y sus necesidades”.
Y ahora nos quedamos en Cuenca. Las redes sociales también han servido para trasladarnos de forma bastante fiel lo ocurrido en Casco Histórico, en sus calles, entre ellas la de San Pedro, durante las pasadas jornadas festivas del Puente de Mayo. Atascos y filas interminables de coches para acceder a la parte alta de la ciudad aderezado con los autobuses y el trenecito turístico.
No ha habido campaña electoral en Cuenca ni candidato que se precie que no haya prometido solucionar el grave problema que supone el tráfico sobre todo en la zona Patrimonio de la Humanidad. ¿No es posible que el transporte público solucione el acceso a este lugar? ¿Es tan difícil encontrar la manera? A tenor del tiempo que se sigue pasando parece que sí. El bucle está servido. Cuenca cuenta con un nefasto servicio de autobuses, en lo que se refiere a horarios y recorridos, y, por tanto, el coche parece convertirse en la única alternativa. Poca frecuencia en las líneas que suben al Casco o disparates como que el AVE se retrase y haya que esperar media hora para el siguiente autobús o, también, que el último servicio salga del único Centro Comercial de Cuenca, El Mirador, a las 22’00 cuando las instalaciones cierran a esa hora. ¿No puede esperar quince minutos para que puedan usarlo los trabajadores que terminan su jornada laboral?
Volviendo al Casco, y como reclamaban los compatriotas de Soria, los responsables de dirigir las ciudades deberían de darle algo más a la cabeza para que la convivencia entre vecinos, coches y turistas encuentre su equilibrio. Los años pasan…
Texto: AGA
Imagen: Calle San Pedro de Cuenca, durante el pasado Puente de Mayo