La localidad de Huete no se caracteriza, precisamente, por la ausencia de monumentos y atractivos culturales. La labor llevada a cabo en los últimos años, impulsada por el Ayuntamiento, la han convertido en todo un referente turístico de nuestra Alcarria conquense. Todavía queda mucho por hacer, que duda cabe, sobre todo en la rehabilitación de edificios. Contar con inmuebles valiosos y esperar a que se caigan no es una opción válida.
Vamos primero con un poco de historia. Tal y como publicaba nuestra compañera Ana Martínez en Descubriendo Cuenca, El convento fue fundado a finales del siglo XIV con monjas procedentes del cercano paraje de Amasatrigo gracias a las donaciones de Catalina de Lancaster, reina de Castilla y Señora de Huete. El continuo crecimiento de su patrimonio propició que el monasterio llegase a ser uno de los más importantes que la Orden tenía en Castilla. La iglesia actual fue diseñada en 1620 por el carmelita fray Alberto de la Madre de Dios, arquitecto de los reyes Felipe III y Margarita de Austria y del duque de Lerma. Las obras se iniciaron en 1621 bajo la dirección de Antonio de Mazas y posteriormente fueron continuadas por Pedro del Valle, finalizando hacia 1642. Este edificio ha llegado hasta nuestros días gracias a que en 1835, justo antes de la Desamortización de Mendizábal, se acometió la primera gran reforma de las cubiertas.
Y llegamos a la actualidad. En 2016 fue adquirido por la Diputación de Cuenca con el fin de salvarlo y recuperarlo para darle un uso que dinamice Huete y la comarca. Con ese fin se ejecutó en 2019 una primera fase de rehabilitación de 400.000 euros de inversión que consolidó el tejado, sacándolo de la Lista Roja de patrimonio en peligro de desaparición de la Asociación Hispania Nostra. En la actualidad, y tras haber dejado aprobado un presupuesto de 1.350.000 euros la legislatura pasada para acometer la segunda fase de las obras de la iglesia y la rehabilitación del claustro y zonas conventuales para la creación de un centro de iniciativas empresariales vinculadas a industrias culturales, con las características de Centro Tecnológico dinamizador de la Alcarria conquense, este proyecto se encuentra incomprensiblemente parado. Nuestro patrimonio necesita de estas intervenciones. Apostar por el patrimonio no es apostar por "las piedras", es apostar por el pasado, presente y, sobre todo, por nuestro futuro, finalizaba el texto.
Cuatro años han pasado desde que se inició la recuperación de este monumento. Cuatro años en los que el Equipo de Gobierno socialista de la Diputación lo ha ignorado. ¿Las causas? Ellos sabrán, pero ignorar las necesidades de los municipios y las posibilidades de invertir en ellos no forman parte de aquello que llaman luchar contra la despoblación. Más bien al contrario…
Texto: AGA
Imagen: Edificio de Santo Domingo en Huete