Con bastante asiduidad solemos asociar el cuidado del medioambiente con el entorno natural, lugares en los que flora y fauna nos deleitan con su belleza y esplendor. Pero en las ciudades, en cualquiera y especialmente en Cuenca, con una capital Patrimonio de la Humanidad por su riqueza monumental complementada, indudablemente por la paisajística, no se pueden permitir imágenes como la que acompaña a este texto. Los contenedores, todos en general, han de convertirse y usarse para lo que están concebidos y en este empeño dos factores son fundamentales, la concienciación ciudadana y, por supuesto, la conservación y recogida de la basura con la asiduidad que requiera el mantener la zona que los rodea limpia con la eliminación de olores y de obstáculos que impidan un tránsito seguro.
En el caso que nos ocupa, el de esta instantánea, la mayoría de los contenedores se encontraban llenos desde hacía varias jornadas, y especialmente significativa era la situación del del vidrio, con botellas esparcidas alrededor y el consiguiente peligro de rotura de cristales en la propia acera. Nuestra comunidad autónoma no se caracteriza, precisamente, por liderar las cifras de reciclaje de cristal. En 2020 se recogían en Castilla-La Mancha una media de 13’7 kilos de este material por habitante, lo que nos situaba a la cola de España junto a Andalucía y Extremadura. En los últimos datos provincializados que ofrece la entidad Ecovidrio las cifras de Cuenca se encuentran por debajo de la media nacional, y justo en el centro de las cinco provincias de la región, por debajo de Albacete y Ciudad Real, pero reciclamos más que Guadalajara y Toledo.
Poca o nula labor de concienciación y equivocado mensaje se lanza a los ciudadanos si quienes pretenden cumplir con un compromiso medioambiental como es el reciclaje, se encuentran con los contenedores de esta manera, sin recoger y con el vidrio tirado por el suelo.
En un contexto marcado por la necesidad de evolucionar hacia un modelo de economía circular y hacer frente a la emergencia climática, el reciclaje de envases de vidrio es un elemento fundamental para evitar emisiones de gases de efecto invernadero y la sobreexplotación de los recursos, señalan desde Ecovidrio que también afirma que la colaboración ciudadana es clave para activar la cadena de reciclado y que ha establecido un Plan Estratégico con un objetivo claro: reciclar el 85% de los envases de vidrio en 2025 para convertir a España en un referente en materia de reciclado y sostenibilidad. Entre las medidas contempladas en el plan destacan el impulso de iniciativas legislativas (obligatoriedad de separar en origen y canon al vertido) que mejoren la recogida selectiva de envases de vidrio, ampliación del parque de contenedores, la dotación de medios especiales y la puesta en marcha de planes específicos para los profesionales de la hostelería, así como la activación de proyectos integrales en zonas con mayor potencial de crecimiento.
Pues manos a la obra.
Texto: AGA
Foto: Imagen de contenedores en Cuenca