La idea de construir un gran embalse para regular el río Júcar se fraguó en las primeras décadas del S.XX y fue precisamente hace 100 años cuando comenzó la carrera para elegir su emplazamiento. Los regantes valencianos, entre otros, demandaban una infraestructura para sacar provecho a los diferentes cultivos y así disponer de más recursos hídricos. La elección del emplazamiento de Alarcón fue una iniciativa del ingeniero Fausto Elio, quien redactó el primer anteproyecto en 1921 sin embargo el Ministerio de Obras Públicas no aprobó la ley para su construcción hasta septiembre de 1932. Al año siguiente aparecería el Embalse de Alarcón en el Plan Hidrológico Nacional, pero hubo que esperar unos años más para aprobar el proyecto de esta infraestructura.
El Estado optó por el emplazamiento actual debido a la óptima ubicación para un máximo aprovechamiento del agua del río Júcar y eso provocaría opiniones encontradas entre la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha. La Unión Sindical de Usuarios del Júcar (USUJ) se creó en 1941 con el objetivo de facilitar la construcción del Embalse de Alarcón. Más de 50.000 regantes valencianos junto a los usuarios hidroeléctricos apostaban por esta obra que, según fuentes de esa entidad, fue íntegramente sufragada por sus miembros e incluyó la obra civil, las expropiaciones y las indemnizaciones especiales necesarias para llevar a cabo esta infraestructura.
El inicio de la Guerra Civil española provocó que los trabajos comenzaran más tarde de lo previsto, en concreto hacía 1942, y diez años después se dieron por concluidas. Franco las inauguró en mayo de 1952, pero las obras eran de tal envergadura que oficialmente el Ministerio de Obras Públicas no las dio por terminadas hasta 1970. Todo se completó con el desvío de alrededor de cuarenta kilómetros de la carretera nacional de Madrid a Valencia y la construcción de un puente en la cola del embalse. El embalse de Alarcón se encuentra entre los diez más grandes de España ya que tiene una capacidad de 1.112 hectómetros cúbicos, abarca una superficie de 6.840 hectáreas y recoge una cuenca de 3.000 kilómetros cuadrados.
Polémica por la desaparición de pueblos
Las aguas bañan los términos municipales de Alarcón, Olmedilla de Alarcón, Tébar, Cañada Juncosa, Buenache de Alarcón, Honrubia, Torrubia del Castillo, Hontecillas, Valverde del Júcar, Castillo de Garcimuñoz, Villaverde y Pasaconsol, La Almarcha, Belmontejo y Olivares del Júcar. La construcción del Embalse de Alarcón estuvo rodeado de polémica desde el primer momento entre la Comunidad Valenciana y Castilla-La Mancha no sólo por la desaparición de pueblos sino también por el Trasvase Tajo-Segura.
La gran perjudicada en la provincia de Cuenca fue la localidad de Gascas ya que quedó bajo las aguas en el año 1950. Desde 2010 en Olmedilla de Alarcón, el primer sábado de cada mes de agosto, se celebra un especial homenaje a los gasqueños y sus descendientes para no olvidar lo que ocurrió en esas tierras. El río Júcar cuenta con una longitud de 509 kilómetros y durante su recorrido se construyeron varias presas que afectaron no sólo a esta localidad conquense sino también a otras ya que inundó siete aldeas de Mira y La Pesquera, pero ya en tierras valencianas también afectó a Tous.
Texto: Antonio Gómez
Fotografía: El embalse de Alarcón, con una capacidad de 1.112 hectómetros cúbicos es uno de los diez más grandes de España.