En septiembre del año pasado, el concejal de Turismo, Patrimonio Histórico, Cultura y Educación del Ayuntamiento de Cuenca, Miguel Ángel Valero, anunciaba la paralización de las obras de restauración que se estaban llevando a cabo en el puente romano de La Melgosa. Tuvo que ser la denuncia en redes sociales la que alertara al edil de en lo que estaba derivando la intervención en esta construcción y que, entre otras cuestiones, ocultaba casi al completo la infraestructura original.
Más de diez meses han transcurrido desde que Valero detectara el problema y desde que anunciara que iba a proceder a resolverlo. Casi un año en el que el olvido y la falta de determinación están ocasionando que la vegetación crezca alrededor del puente en lo que parece un intento de ocultar el desagravio que, a modo de piedra inmaculadamente blanca, está teniendo que soportar la construcción.
En esta desafortunada historia cabe recordar que el concejal socialista Valero, y también diputado provincial con los mismos cometidos que los municipales, no ha sido demasiado explícito en rendir cuentas ante los ciudadanos de por qué el puente de La Melgosa luce de esta manera tan aberrante. Se ha empeñado en sus declaraciones públicas en desviar sus responsabilidades hacia la anterior legislatura popular de la Diputación provincial, cuando, con cargo a los presupuestos de 2018 se concebía el proyecto y se habilitaban 50.000 euros destinados al citado puente. Omite convenientemente Valero en este, en toda regla atentado patrimonial, que ha sido durante su mandato, en concreto en junio de 2020, cuando, en Junta de Gobierno, el Ayuntamiento licitaba la obra de rehabilitación del puente por un total de 41.322,31 euros. ¿Por qué no se molestó el concejal en asegurarse de que el proyecto que aprobaba y al que daba luz verde era adecuado para la restauración del puente? ¿No se detallaba con suficiente claridad cómo se iba a acometer su recuperación? ¿Qué hubiera pasado si la ciudadanía, las denuncias en las redes sociales no se hubieran llevado a cabo y forzado su paralización? ¿Se habría hecho la consabida foto una vez terminada la obra y la hubiera justificado? Y sobre todo y lo más importante, ¿Tiene arreglo y vuelta atrás lo que ya se ha hecho?
En la publicación de la licitación del proyecto de restauración, en febrero de 2020, el propio Ayuntamiento de Cuenca explicaba que la actuación está encaminada a solucionar las patologías observadas en lo que al estado del puente se refiere, a acondicionar los accesos y a mejorar la interpretación visual para el visitante, y cuenta con un presupuesto de 50.000 euros que serán sufragados por la Diputación Provincial. También resumía el Consistorio en esa nota pública de principios del año pasado que entre las actuaciones previstas y que se detallan en los proyectos arquitectónico y arqueológico están la limpieza del entorno, retirando la vegetación que supone un peligro para la estructura e instalando una malla a modo de prevención de cara al futuro; reconstrucción de elementos de sillería o cantería; reconstrucción de pretiles; restauración de sillares de la rosca de la bóveda; limpieza de cantería y rejuntado; restauración del pavimento de plataforma; y colocación de cartelería de difusión, ubicando un panel explicativo del origen e historia del puente así como de su morfología.
Es evidente que nada de lo programado se ha cumplido y que parece que el Ayuntamiento de Cuenca y su concejal, Miguel Ángel Valero, pretenden aliarse con el mirar para otro lado para eludir responsabilidades y sobre todo soluciones que deriven en que el puente luzca como debería, restaurado y con el esplendor que tuvo en otras épocas. El miércoles pasado, en el pleno mensual de la Diputación, el propio Valero aludía al puente de La Melgosa como justificación de la falta de inversiones por parte de la institución provincial en patrimonio. Según se deducía de su discurso, el actual gobierno socialista no gasta dinero en monumentos porque para ello hace falta tiempo y preparación y ante esos obstáculos, la inactividad es la mejor solución. Pero las fechas de lo acontecido con esta construcción romana no avalan los argumentos de Valero. El dinero para el puente lo habilitaba la Diputación en 2018 y el Ayuntamiento de Cuenca, en 2020, con él como concejal, iniciaba las obras. Se paralizaban meses después, siendo él edil y aún hoy, julio de 2021, que sigue como concejal y diputado, continúa aparcada la solución de este problema.
Texto: AGA
Foto: Imagen actual del Puente romano de La Melgosa