Llegaron a nuestra provincia, en concreto a Minglanilla, podríamos decir que por casualidad. De las seis empresas que acoge nuestro país dedicadas a la producción de endivias, dos se encuentran en esta localidad de La Manchuela conquense. En aquel momento, hace casi 40 años, un avispado comercial topó con unos nos menos hábiles emprendedores que supieron arriesgarse y aprovechar la oportunidad de comenzar con un nuevo proyecto en su pueblo. Dicen que cuando una puerta se cierra otra se abre. En aquel momento el champiñón no pasaba por sus mejores días y, salvando las distancias entre ambos cultivos, lo cierto es que las condiciones e instalaciones ya existentes podían adecuarse a una nueva inquilina.
Según nos explica Ana, de Endivias Espada, este cultivo es hidropónico, método que no requiere de la tradicional tierra de otras plantaciones en exterior ya que los nutrientes que lleva el agua que se les proporciona son la clave para su desarrollo. La envidia huye de la luz. Su color blanco con las puntas ligeramente en amarillo es producto, precisamente, de la falta de iluminación y de unas condiciones, entre otras de humedad, propicias para conseguir este resultado final. Parece mentira que una raíz tan poco atractiva para los ojos de paso a la fragilidad y exquisitez que transmite una endivia ya envasada y lista para ser comprada y consumida. Ana Espada recalca los beneficios de esta planta y reconoce que el hábito de llevarla hasta nuestras mesas es sustancialmente mejorable. Quizás nos falta cultura e imaginación para cocinarla o, como Ana apunta, que los grandes chefs nacionales le cedan entre sus fogones y recetas el puesto que merece. Una excepción, el vasco Arguiñano, que si ayuda en este sentido, reconoce Ana.
Endivias Espada puede llegar a producir hasta 1’5 millones de kilos de este cultivo al año. El toque amargo de esta planta llega hasta Minglanilla procedente de países como Francia, de donde provienen las raíces. A partir de ese momento, la responsabilidad recae en la decena de personas que se encuentran en esta empresa, pendientes en todo momento del tratado del producto hasta que por fin sale convenientemente envasado. Para la economía del municipio, contar con empresarios como la familia Espada es un auténtico lujo, imagen a imitar y seguir para luchar contra la despoblación. Si hay trabajo en un pueblo, a muy pocos se les pasa por la cabeza irse a vivir a otro lugar, así de simple.
La envidia mantiene ocupada a la empresa todo el año. Hay que hacer acopio de sus raíces para producir sin descanso. Por tanto, podemos disfrutar de las propiedades de la planta, que no son pocas, ininterrumpidamente los doce meses. La Fundación Española del Corazón nos recomienda su consumo para controlar, por ejemplo, el peso y la tensión “esta hortaliza es también una importante fuente de fibra, vitaminas y potasio. Debería ser incluida más a menudo en los menús familiares. Y es que es una buena fuente de vitamina A (beta-caroteno), vitamina C, ácido fólico y potasio. Precisamente, debido a su alto contenido en potasio, la endivia está indicada en dietas destinadas a bajar las cifras de tensión arterial, ya que siempre recomiendan alimentos con dosis altas de este mineral porque favorece la diuresis”.
Siguen los beneficios de esta planta, “resulta muy apropiada para dietas bajas en calorías destinadas a la pérdida de peso. El 3% de su contenido es fibra (inulina y mucílagos), con un alto poder saciante y especialmente beneficiosa para la flora intestinal. Además, no debemos olvidar sus fitocompuestos, como la intibina (responsable de su sabor amargo), los taninos y otros flavonoides que son componentes vegetales que protegen frente a las enfermedades degenerativas, favoreciendo el estado de salud y una mejor calidad de vida”, señalan desde la fundación. Nos aconsejan cómo consumirlas, preferentemente crudas, “por su sabor peculiar, con mezcla de dulce y amargo, las endivias combinan especialmente bien con la miel, el vinagre balsámico, la pera, el aguacate o la nuez, aunque su combinación estrella es con los lácteos, como, por ejemplo, con una salsa de yogur o con diversos tipos de queso, como el azul o el roquefort. Otra buena opción para disminuir su sabor amargo es gratinarlas con jamón y queso o cubrirlas con salsa bechamel o de tomate frito”.
De la oscuridad de su cultivo a la luz de nuestras mesas. La endivia puede convertirse en el gran descubrimiento de aquellos a los que aún no ha conquistado. Opciones para su consumo no faltan. Y beneficios para nuestra salud, tampoco.
Texto: AGA
Imagen: Endivias Espada es una de las seis empresas dedicadas a este cultivo que hay en España