Tal y como están las cosas parece que la respuesta a esta pregunta admite poca duda. NO es NO, como decía el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez en otras épocas… El pasado mes de diciembre, el Pleno del Congreso de los Diputados aprobaba una moción presentada por el Partido Popular en la que se instaba a Renfe a restituir el 100% de los servicios ferroviarios que se suspendieron en 2020, en la declaración del Estado de Alarma con motivo de la pandemia de Covid. Ni que decir tiene que, de cumplir el Ejecutivo la recomendación de la Cámara Baja, la línea Madrid-Cuenca-Valencia tendría que volver a operar.
Como parte de las curiosidades, por llamarlo de alguna manera, que nos está deparando la actual legislatura, todos los diputados, incluidos los socialistas, votaron a favor de que el tren vuelva a circular por nuestras vías, a excepción de Unidas Podemos. Es significativo que, precisamente, el ala más de ultraizquierda del Parlamento, integrante de la coalición del Gobierno nacional se opusiera a la recuperación de este transporte público. En la provincia de Cuenca en concreto, los representantes públicos de este espectro político se han mostrado especialmente activos en la defensa del ferrocarril, convocando y acudiendo a manifestaciones. Los socialistas, por su parte, votaban en Madrid el pasado diciembre sí a la restitución del tren, pero por estos lares lo han atacado de manera in misericorde. La Junta de Comunidades, Diputación de Cuenca, Ayuntamiento de la capital… todos a una han defendido las bondades que traen consigo que nuestra provincia sea la única de España por la que no circula el ferrocarril y al tristemente famoso XCuenca. ¿Alguien entiende algo?
Lo que realmente queda claro es que desde julio por la capital y resto de municipios ya no pasa el tren. El trasiego en la estación de la ciudad es máximo para intentar borrar de la faz de la tierra todo lo que recuerde que, alguna vez, fue un lugar con vida, con la actividad propia de un lugar que recibía y despedía viajeros, que albergaba emociones.
Otro de los puntos aprobados y que recogía la iniciativa popular era el de recuperar la plantilla de maquinistas mediante el Plan de Empleo de Renfe. En medio de toda esta conmoción que ha ocasionado el cierre del tren en la provincia de Cuenca puede que no se le haya dado la importancia que merece al drama que supone para los trabajadores del ferrocarril la incertidumbre de cual va a ser su destino al verse suprimidos o mermados los servicios ferroviarios.
Insistimos, todo un sinsentido. La aprobación de esta moción en el Congreso mucho nos tememos que quedará en papel mojado, en tiempo perdido de cara a una galería que se traduce en que llegan las elecciones. Los diputados nacionales del Psoe de Cuenca llevan meses atacando y justificando el cierre el tren y ahora, en diciembre, se desmarcan con un sí a que vuelva. Pero de tapadillo, sin hacer mucho ruido… ¿Acudirán a la próxima manifestación o acto reivindicativo? Acabamos como empezamos. Mucho nos tememos que NO.
Texto: AGA
Imagen: Estación de tren de Cuenca