24 DE ENERO. Esta fecha soltada así, sin más, dejará indiferente a muchos. No a todos. Aquellos que hacen del periodismo y la escritura su medio de vida, aquellos para los que el periodismo y la escritura es la razón, o una de las razones, de su existencia, saben que esta fecha es mucho más. El 24 de enero de cada año, la iglesia católica celebra la festividad de San Francisco de Sales, santo que el 26 de enero de 1923, Pío XI lo designó santo patrón de los periodistas y los escritores en una encíclica titulada 'Rerum Omniun'. Sentirme dentro de este gremio sería una osadía no exenta de vanidad. Pero gracias a la oportunidad que me ha dado La Opinión de Cuenca de formar parte de esta pequeña gran familia que, semanalmente, hace posible el milagro del nacimiento de un nuevo número de este digital, todos de la mano de su directora, Alicia García Alhambra, ha hecho que me sienta más cerca de ellos y que mi desfachatez me llevara a celebrar este 24 de enero, en parte, como la festividad de mi patrón también.
Rodearme de profesionales de la Comunicación me ha hecho entender muchas cosas, así como contagiarme de alguna de ellas. Admiro la gran curiosidad que el comunicador tiene por todo lo que le rodea. No sé si un farmacéutico, profesión que es la mía, ha de ser curioso. Desde luego como persona sí. Y esta curiosidad es la que me ha llevado a indagar en la razón por la que San Francisco de Sales es el patrón de ellos. Era un gran comunicador, con una preparación académica que le propiciaba que escribiera con maestría. De él se decía que durante el día escribía hojas, a modo de pasquines, para convertir a los protestantes, hojas que colaba por debajo de sus puertas por la noche. Con ese gran don de la palabra que tenía, su actividad como escritor fue muy prolífera, dejando numerosos libros, tratados, sermones y cartas. Pío XI. en su carta citada anteriormente decía a los comunicadores, basándose en las enseñanzas de San Francisco de Sales, que "deben guardarse de faltar a la verdad, e incluso con el pretexto de evitar la ofensa de los adversarios, de reducirla o disimularla". Y es que estas son las dos máximas que rigen las directrices de La Opinión de Cuenca, desde su línea editorial y desde la línea personal de todos y cada uno de sus colaboradores… VERDAD Y VALOR. Pero la VERDAD muchas veces es molesta, precisamente para aquellos que hacen de la mentira y la extorsión el “modus operandi” de sus actuaciones. Pero, cuando crees en esa verdad, como San Francisco, el VALOR te viene dado. Tu LIBERTAD DE EXPRESIÓN se convierte en algo sagrado a lo que no estás dispuesto a renunciar, y la defiendes con uñas y dientes, y con todos los mecanismos legales que la justicia pone a nuestro servicio. Porque tu LIBERTAD A EXPRESARTE no está en juego. Nadie está por encima de este derecho fundamental, que, además, está garantizado por la Constitución Española, como recoge en su artículo 20:
“Se reconocen y protegen los derechos: a) A expresar y difundir libremente los pensamientos, ideas y opiniones mediante la palabra, el escrito o cualquier otro medio de reproducción. El ejercicio de estos derechos no puede restringirse mediante ningún tipo de censura previa. ...”
Hoy en día, ejercer la LIBERTAD DE EXPRESIÓN y EXPRESARSE CON LIBERTAD no es tarea fácil, máxime, si se vive en una sociedad como la conquense, pequeña y endogámica, en donde el anonimato es prácticamente una utopía. Es triste que para preservar tu honorabilidad, tu puesto de trabajo, tu salud mental incluso, muchos comunicadores tengan que recurrir a este anonimato, o lo que es aún más deleznable, no poder expresarte con libertad porque estás sujeto a las directrices de las instituciones gubernamentales que son las que, en la mayoría de los casos, mantienen los medios de comunicación locales con sus aportes económicos. Valorando esta LIBERTAD, junto a la VERDAD, La Opinión de Cuenca es un medio INDEPENDIENTE que no tiene que rendir cuentas a ninguna institución. Nuestro único afán de lucro es CUENCA, y es CUENCA el motor que nos hace, a cara descubierta, buscar siempre la difusión de la verdad para edificar una sociedad mejor. Buscamos transmitir y comunicar toda noticia y reflexión que ayuden a Cuenca en su crecimiento y progreso.
Es por esto por lo que me siento honrada y afortunada de pertenecer, aunque de una manera un poco intrusista, a este equipo de redactores. A todos ellos admiro y respeto, y a todos y cada uno de ellos defiendo y con todos y con cada uno de ellos me solidarizo cuando su profesionalidad y honorabilidad es cuestionada por aquellos que en nuestra verdad sólo ven una amenaza a su estado de bienestar fruto de su caciquismo y despotismo… ¡¡¡COBARDES!!!
Texto: Ana Martínez
Foto: La Justicia. Coro de la Catedral de Cuenca. Autor: Raúl Contreras