Monreal del Llano no tiene transporte público. Su medio centenar de habitantes no puede salir del pueblo, a no ser que lo hagan en coche. La reivindicación de contar con un autobús diario se remonta a hace ya años con su alcalde, Fernando Martínez, recorriendo las diferentes instituciones, la provincial, la regional y hasta la nacional, reclamando lo que considera un derecho básico, el de poder viajar. Esta pequeña localidad protagonizaba, el pasado verano, una protesta muy singular, que hasta atrajo la atención de medios de comunicación nacionales. Harto de reclamar de despacho en despacho y de que la parada de autobús no se utilice para lo que fue construida, el alcalde decidía convertirla de improvisada pantalla de cine. Fue una novedosa llamada de atención de este municipio para recordar que la mal llamada España Vaciada no es tal, y sí un territorio en el que siguen viviendo vecinos, que pagan sus impuestos y que tienen todo el derecho del mundo a contar con los más elementales servicios básicos.