La respuesta internacional más grande de la historia ocurrió hace más de 60 años cuando la Unesco hizo un llamamiento para salvar los monumentos y templos de la antigua Nubia, que tenían una antigüedad de 3.000 años de antigüedad. La construcción de la presa de Asuán en Egipto inundó parte de aquellas tierras y, por tal motivo, se desplazaron 22 monumentos y complejos arquitectónicos con la ayuda de 40 misiones de técnicos de los cinco continentes. Fruto de ese esfuerzo nacería en el año 1972 la Convención del Patrimonio Mundial de la Unesco y desde entonces se protegen emplazamientos naturales, urbanos y culturales de importancia excepcional. La Lista de Patrimonio de la Humanidad cuenta con un total de 1092 sitios distribuidos en 167 países de todo el mundo y España cuenta con 49. Uno de ellos es Cuenca, que el próximo 6 de diciembre cumple 25 años desde que fue declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad. No fue hasta 1998 cuando la provincia contaría con otro enclave destacado ya que las pinturas rupestres de Villar del Humo eran distinguidas también como Patrimonio de la Humanidad junto a todas las del Arco Mediterráneo.
No todo el mundo puede figurar entre los elegidos así que el primer paso que lleva a cabo un país para incluir un bien en la Lista de Patrimonio Mundial es la realización de un inventario de los bienes que podrían llegar a ser declarados Patrimonio Mundial en un futuro. Este proceso se conoce como Lista Indicativa y deberán permanecer un tiempo mínimo de un año en la misma antes de poder presentar su candidatura formal. Para ser incluidos oficialmente, los sitios deben tener un valor universal excepcional y cumplir al menos uno de los diez criterios de selección.
La Unesco señaló en su día que la ciudad de Cuenca cumplía varios de ellos como exhibir un intercambio de valores humanos dentro de un área cultural del mundo “en el desarrollo de su arquitectura, tecnología, artes, urbanismo y diseño paisajístico”. Además, consideró también que era un ejemplo destacado “de conjunto arquitectónico que ilustra etapas significativas de la historia de la humanidad». Cuenca fue finalmente la novena ciudad española que fue declarada Ciudad Patrimonio de la Humanidad.
Arte rupestre de Villar del Humo
Escenas de caza, serpientes, toros y numerosos animales son algunas de las pinturas rupestres que pueden encontrarse en los abrigos de la Peña de Escrito, la Selva Pascuala y la Peña del Castellar en Villar del Humo. La Unesco destacó la importancia de las mismas y de todas las que se descubrieron en el Arco Mediterráneo, de ahí, que fuesen declaradas Patrimonio de la Humanidad en 1998. Es uno de los grandes tesoros arqueológicos que hay en Europa, pero aún muchos desconocen que en este rincón de la provincia de Cuenca pueden ver más de 170 figuras pertenecientes a la época del Neolítico y la Edad del Bronce. El descubrimiento tuvo lugar en 1917, cuando el ayudante de ingenieros de montes Enrique O'Kelly, junto a sus acompañantes, encontró en la llamada Peña del Escrito dos frisos con arte. Un año después se descubre el abrigo de Selva Pascuala, la Fuente de la Selva Pascuala y la Cueva del Bullón, por Eduardo Hernández Pacheco junto a otros compañeros. Los hallazgos no quedaron ahí ya que a finales de los años 60 y principios de los años 80 también hubo descubrimientos importantes de otras pinturas rupestres que llamaron la atención de todo el mundo.
Texto: Antonio Gómez
Fotografía: Algunas de las figuras que aparecen en los yacimientos rupestres de Villar del Humo