Hace un año, en octubre de 2021, nuestra compañera Ana Martínez dedicaba un extenso, profundo y reivindicativo artículo a uno de los espacios más emblemáticos de la capital conquense, tanto por el arte que se creó entre sus paredes como por su ubicación, en uno de los barrios más singulares de Cuenca. Se preguntaba ya entonces Ana, qué pasaba con el Alfar de Pedro Mercedes, inactivo, muerto por imposición y relegado al más absoluto de los desprecios.
¿Qué ocurre con el Alfar de Pedro Mercedes que permanece cerrado sin ninguna actividad ni uso? El día de la recepción de las obras por parte del Ayuntamiento, el concejal de Patrimonio, Miguel Ángel Valero, declaraba que las intenciones del consistorio eran “devolver al barrio ese espacio social y aprovechar la raigambre cultural de la alfarería, para que sea un punto de proyección turística, cultural y de desarrollo artesanal”. También declaraba que “no hay fecha concreta para su apertura, porque, aunque ya está finalizada la obra, se está trabajando en el tema de las licencias y las tramitaciones, aunque nuestra intención es abrirlo cuanto antes”, escribía nuestra compañera en su artículo. En ese momento, la intención del Ayuntamiento era abrir el Alfar en 2021, coincidiendo con el centenario del nacimiento del artesano.
La promesa no se cumplió, como era de esperar, por otro lado. La apertura del recinto se demoraba hasta febrero de este año, 2022. El acto, como no podía ser de otra manera, contaba con una nutrida representación de la alianza de gobiernos socialistas, encabezada por el díscolo, según le convenga, García Page.
Nuestro Alfar vuelve a la actualidad porque, desgraciadamente y de nuevo, está cerrado. En su perfil de Facebook, el Centro Artístico Alfarería Pedro Mercedes informa de que cinco días a la semana está a disposición de los visitantes, aunque la última actividad que queda reflejada en sus instalaciones data de julio. Nada más desde entonces. El pasado mes de agosto, un ciudadano se preguntaba, también a través de esta red social, qué sentido tenía que en el mes turístico por excelencia este espacio permaneciera cerrado. A agosto se le ha unido septiembre. ¿Por qué se inaugura este enclave y a continuación se cierra? ¿Sólo persiguió el Ayuntamiento con este acto una foto? ¿No había planificación para su continuidad?
Reiteramos. La citada alianza gubernamental vuela alto, no mira hacia atrás, ni alrededor. Parece que el humildemente grandioso Alfar de Pedro Mercedes no es merecedor de su atención. Una verdadera lástima, a la vez que temeridad.
Texto: Ana Martínez/AGA
Foto: Fachada del Alfar de Pedro Mercedes