El pasado martes 12 de julio el Patronato de la Semana de Música Religiosa de Cuenca comunica que el músico vasco “Antonio Sierra Ron nuevo director de la Semana de Música Religiosa de Cuenca”. La Viceconsejera de Cultura y Deportes de la Junta de Castilla-La Mancha, Ana Muñoz, ha destacado que para su nombramiento se ha tenido en cuenta “su valía profesional y su amplia formación musical”.
El ganador en cuestión se llama y firma como Andoni no Antonio, conocido en el ámbito musical por ser director de coro y haber creado Conductus Ensemble, excelente agrupación que se ha reconocido como especialista en el repertorio barroco alemán. El haber castellanizado su apellido ya señala un cierto reparo por parte de quienes lo han nombrado. Uno nace donde nace y para dirigir este festival internacional hay que demostrar que sabes, que eres un profesional en la gestión cultural, especialista en música clásica y que conoces el terreno, los espacios por donde te vas a meter. Poco importa dónde has nacido, lo importante es la vinculación y el compromiso que se tenga con la tierra que te contrata. Según nos cuentan quienes saben de esto, la vinculación de Andoni con la SMR fueron los conciertos que dirigió en 2018 y 2019; como público dice que ha asistido varias veces. A partir de ahora esperamos que esa vinculación crezca y la pueda compaginar con sus compromisos con la Basílica Santa María del Coro de San Sebastián y labor como profesor de orquesta en su Conservatorio.
La SMR lleva sumida en una crisis importante, con constantes cambios de rumbo. Veamos brevemente: Cristóbal Soler, valenciano y director de orquesta, lo dirigió en los años 2018 y 2019; no hubo festival ni en 2020 ni en 2021; Daniel Broncano, clarinetista y gestor cultural jienense, lo dirigió en 2022. No se le renovó el contrato (oficialmente fue por su marcha a Córdoba mientras que oficiosamente por sus discrepancias con el Concejal de Cultura) lo que provocó una nueva selección. A esta nueva propuesta se presentaron diecisiete personas de todos los ámbitos de la música, directores de orquesta o coro, intérpretes, profesores y gestores culturales. De ellos, parece ser, pues por ley no ha trascendido oficialmente, que siete estaban unidos a CLM, cuatro de ellos a Cuenca. Llegaron a la entrevista final tres, uno vinculado a Toledo y otro a Cuenca, llevándose el gato al agua el tercero, que reside en San Sebastián. Esto no tendría importancia si no fuera porque el mismo perfil de dirección ha fracaso en las dos ocasiones anteriores, motivo por el que se ha tenido que hacer esta nueva selección.
El hombre, como animal que tropieza dos veces con la misma piedra, vuelve a caer y en este caso la Viceconsejera, Ana Muñoz, y el concejal de cultura, el omnívoro Miguel Ángel Valero, no creemos que hayan tropezado sino que se han estampado, arrastrando a las pocas joyas que todavía le quedan a la ciudad de Cuenca, la SMR.
Con este nombramiento la afición y los músicos conquenses esperan cierta cordura, recuperar el nivel que antaño tuvo la SMR. Pero la solución (y el problema) no está en la dirección de la SMR sino en quienes lo eligen, en su criterio y su entendimiento artístico, que lleva siendo los mismos casi una década y equivocándose. Políticos a los que se les llena la boca llena de excelencias y alabanzas a la SMR pero con la realidad presupuestaria de una disminución a casi la mitad de lo que era hace diez años. Por eso le deseamos lo mejor al nuevo director vasco, que con los pocos mimbres sepa hacer buenas cestas, que seguro es capaz. Pero el mayor deseo apunta al compromiso político, al de verdad, a que se ve en los presupuestos, no al de boquilla. Aquí pedimos que este festival tan importante para la ciudad sea tratado como se merece.
Texto: La Opinión de Cuenca
Imagen: Concierto de la Semana de Música Religiosa (Web SMR)