Pensaban las instituciones socialistas, y el partido que las respalda, que con el paso del tiempo iría amainando el rechazo social que ha generado su decisión de dejar a Cuenca como la única provincia de España sin tren. Intentaron que el xCuenca, (la cruz de Cuenca más bien) y la venta de las benevolencias del AVE, que será todo lo rápido que queramos, pero que no para en ningún pueblo de la provincia y además cuesta una pasta, fueran suficientes para que los conquenses callaran y se resignaran. Distracciones y promesas varias han llenado los discursos durante estos últimos meses de los gobernantes en esta tierra y de quienes la representan en Madrid y Toledo, pero el descontento sigue aumentando y los gestos y manifestaciones continúan, esperemos que hasta que lleguen a buen puerto, es decir, a lograr que las infraestructuras que se están dando prisa en desmantelar vuelvan a ser utilizadas y recorridas por el ferrocarril, eso sí, renovado y competitivo.
El atropello de la clausura del tren está llevando a que las fuerzas políticas que se encuentran en la oposición sigan luchando tanto para hacer entrar en razón a las autoridades socialistas como para que la Justicia pare la gran injusticia que supone quedarse sin ferrocarril, sobre todo cuando el Gobierno de España dispone de más de 24.000 millones de euros provenientes de Europa para invertir en este transporte público.
El Grupo Popular, junto a Cuenca En Marcha y Ciudadanos presentaban esta semana una moción conjunta en el Ayuntamiento de Cuenca para instar al Equipo de Gobierno que preside Darío Dolz y que engloba a socialistas y a concejales de Cuenca Nos Une, a dejar como papel mojado el convenio que supondría el punto de partida para empezar a levantar las vías que se encuentran en la ciudad. Los populares, a través del edil José Manuel Cañizares, anunciaban también hace unas semanas la presentación de alegaciones contra este documento. Un total de cuatro eran los puntos en los que los populares basaban su rechazo, “se han elaborado desde un punto de vista técnico. Hemos analizado no solo el convenio sino los informes jurídicos, técnicos y económicos emitidos por el propio Ayuntamiento y que precisamente no son favorables. Dos de las alegaciones presentadas lo son al conjunto del convenio, una enmienda a la totalidad, y las otras restantes ya se refieren a actuaciones concretas”, explicaba. “Nuestra legislación urbanística es clara. Un convenio no puede contener actividades de ejecución ni condicionar en absoluto a la administración, ni aunque sea una firmante, como en este caso el Ayuntamiento de Cuenca. Los convenios que no cumplan esta estipulación son nulos de pleno derecho”, añadía. La imprecisión sobre la actuación que se va a llevar a cabo en 114.000 metros cuadrados de terreno y la innecesaria rotonda que se pretende construir en Diego Jiménez también forman parte de las alegaciones del PP.
Este mes de noviembre se cumple ya un año desde que una escudera de la Ministra de Transportes tuvo el cuajo de venir a Cuenca, a la Subdelegación del Gobierno, a anunciar que cerraban el tren. Meses antes de la fatal confirmación y también los siguientes, ciudadanos, asociaciones, plataformas y partidos no han dudado en mostrar su rechazo y pedir que nos devuelvan el ferrocarril. Todas las formaciones políticas menos una, que sigue en sus trece sin reconocer el grave error que ha cometido, anteponiendo el partidismo a los intereses de la provincia de Cuenca. La lucha continúa.
Texto: AGA
Imagen: Tren en la estación de Cuenca, cerrado en julio de 2022