En la entrega de hoy continúo lo iniciado en la de la semana pasada. Y me vuelvo a citar: “..el ferrocarril es la “prima dona” en el resto de Castilla-La Mancha, España y Europa..”
Y, al hilo, leo este titular en ElDiario.es “Al Futuro se viaja en tren”. Y esto es agravio con todas las letras, porque el futuro es el tren en toda España menos en Cuenca. Nótese que no se cierra la línea Madrid-Cuenca-Valencia, se cierra solo y exclusivamente el tramo en nuestra provincia.
Y ahora el escarnio, en otro titular, este de Voces de Cuenca: “ADIF propone traslados a Valencia, Ciudad Real y Albacete a los 21 trabajadores conquenses del tren convencional”.
Duele el drama de estas 21 familias que, por el mero hecho de ser conquenses, se ven obligadas a emigrar. Y el escarnio viene de que el destino no es, como lo fue antaño, Madrid, Valencia o Barcelona, ya que la emigración conquense forzada se dirige ahora también a las provincias de Albacete y Ciudad Real.
Para esto cuarenta años de autonomía, para convertir a Cuenca en provincia subordinada y subdesarrollada respecto de aquellas que comenzaron en igualdad de condiciones la andadura autonómica castellanomanchega.
Mas escarnio en otro titular de ElDiario.es: “La Junta compara defender el tren convencional en Cuenca con seguir “yendo en carro por calzadas romanas”, son palabras del Consejero de Fomento, natural de Albacete.
En carro vamos a terminar en Cuenca si seguimos por estos derroteros, sustituyendo trenes por autobuses y líneas regulares por autobuses a demanda. Y siempre con la misma justificación, poca población y poco uso, en un circulo vicioso en el que cada vez tendremos menos población por menos oportunidades, y menos oportunidades de vivir en Cuenca por poca población. Por eso el destino de los conquenses, por falta de población y de uso, ahora también es Albacete.
Y termino como en la primera entrega del “Agravio y el escarnio”, señalando la escarnecedora pretensión de que los conquense acatemos la decisión de cierre del tren, la agradezcamos e, incluso, la consideremos la máxima aspiración de modernidad y progreso.
Porque, en palabras del Delegado del Gobierno, es obsoleto defender el tren, pero solo en Cuenca, mientras el resto del país tiene billete de tren al futuro.