La Opinión de Cuenca

Magazine semanal de análisis y opinión

Alegando, que es gerundio


Mi estimado lector, usted ya me conoce con suficiente cercanía como para saber que comprendo y asumo mi deber para con mi pueblo en toda su amplitud.

Y, por esa razón, debo recordarle que Villar de Cañas no se rinde, oiga. Y no lo hace porque estamos convencidos de los beneficios de la construcción del Almacén Temporal Centralizado, de su Centro Tecnológico Asociado y de su parque empresarial en nuestra provincia. Primero porque consideramos que es muy beneficioso para nuestro país y, segundo, para luchar contra la despoblación: Será la mayor inversión estatal realizada en Cuenca.

Como estamos convencidos, nosotros hace tiempo que pasamos la pantalla de los desacuerdos políticos y, consecuentes con ello, nos centramos en la ciencia. Por este motivo, estuvimos escuchando, el pasado martes, a cinco catedráticos expertos en energía nuclear que sí saben de lo que hablan: Eduardo Gallego, Emilio Mínguez, Carolina Ahnert, Fernando Legarda y Javier Dies, este último, además, Consejero del Consejo de Seguridad Nuclear. 

Deben ser los expertos en seguridad nuclear y en gestión de residuos radiactivos los que han de guiar el debate y, con mayor razón, expresar su parecer razonado. Así lo hicieron el pasado martes, y así lo seguirán haciendo por empeño de Villar de Cañas. Porque, cuando uno se sabe en posesión de la verdad, no teme oír a los expertos. 

Fueron ellos quienes pusieron de manifiesto la urgencia de construir el ATC en nuestro pueblo, quienes defendieron que el procedimiento para elegir Villar de Cañas fue democrático, limpio y transparente; quienes recordaron que los terrenos son idóneos y que no existe ningún inconveniente insalvable geológico ni kárstico. 

Los catedráticos reconocieron su obligación como funcionarios públicos de ceñirse a la verdad y, por ello, descartaron –alarmados- que se puedan construir injustificadamente siete almacenes en vez de uno centralizado (dos de ellos en Guadalajara, donde ya están los residuos con menor protección que en un ATC) por ser una alternativa menos segura, más cara y menos eficiente.

Fueron los expertos quienes nos ofrecieron los argumentos científicos para continuar defendiendo que el ATC de Villar de Cañas es la solución más económica y la preferida desde las perspectivas ambiental, técnica y del transporte.

Fueron ellos quienes recordaron un hecho importantísimo, que el Organismo Internacional de Energía Atómica, en la misión IRRS-ARTEMIS 2018, reconoció como una Good Practice el proyecto del ATC de Villar de Cañas. Con un sobresaliente, oiga. Estos señores ponen menos sobresalientes que mi profesor de Derecho Tributario en la facultad; y al ATC se lo pusieron.

Que expertos de tal perfil te lo recuerden, reaviva en uno la confianza y el optimismo.

Sabemos que los argumentos irracionales frente a lo nuclear se venden solos; basta con haber visto algún capítulo de Los Simpson. Sin embargo, para defender la construcción del ATC en Villar de Cañas es necesario saber de lo que se habla y para ello hay que informarse de fuentes solventes. Una vez hecho, la verdad se defiende con soltura, y uno deja de pensar que los residuos nucleares son líquidos de color verde para saber que son barras que emiten calor y que, sencillamente, no pueden explotar.

Ese es el motivo por el que me resulta imposible creer el hecho de que unos pocos intenten arrebatar injustamente este proyecto a Cuenca y que el estrépito a favor de su construcción no sea clamoroso.

Pero no sea derrotista, que estamos en el camino de lograrlo. Y debemos conseguirlo de la mano de los técnicos, de los que nosotros nunca nos hemos alejado; haciendo ver a quienes desconocen el proyecto que es bueno y seguro, además de resultar perfectamente compatible con las energías renovables. 

El proyecto del 7º Plan de Gestión de Residuos Radiactivos da dos opciones: o un ATC en Villar de Cañas, o siete almacenes, uno en cada central nuclear (dos de ellos en Guadalajara, a 80 km en línea recta de Cuenca capital, por cierto). Y nos da hasta mediados de junio para decirle al Ministerio si preferimos una u otra opción. Nos da la posibilidad de hablar, callado lector. 

Hable, pronúnciese. Es el momento. No habrá otro mejor para mostrar nuestra opinión de la forma más contundente posible. Hasta el 16 de junio debemos presentar alegaciones a favor del ATC en Villar de Cañas y especialmente debemos hacerlo quienes creemos en una Cuenca próspera y en que una de nuestras prioridades es la lucha contra la despoblación.

Sin inversiones industriales seguras y científicamente avanzadas, Cuenca estaría condenada. Este proyecto lo debemos defender porque nos va la vida en ello. 

Por eso, si cree usted en este proyecto de futuro, presente alegaciones. 

Ya sabe, alegando, que es gerundio.

P.D. Aquí tiene un ejemplo de un formulario de alegaciones que sólo tiene que enviar por email con sus datos a bzn-7PGRR@miteco.es con el asunto “Observaciones Séptimo PGRR”:
https://drive.google.com/drive/folders/1mWvLFp67qqts6uC3u6UOTYNTSXEt7qCb?usp=sharing 

 También puede escribirnos a despoblacionvillardecanas@gmail.com y gustosamente le ayudaremos.

 

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