La Opinión de Cuenca

Magazine semanal de análisis y opinión

La rara melancolía conquense


De un tiempo a esta parte se percibe cierta obsesión conquense con el pasado, a saber si idealizado o de realista añoranza. Triunfan en las redes sociales las fotos de principios del siglo veinte, los recuerdos de personas que rememoran un tiempo de mayor esplendor, las descripciones de artesanías y oficios ya extintos. Subid a una red social una contundente cosechadora moderna y pasará desapercibida; colgad una vetusta fotografía de una familia segando con la hoz bajo el sol justiciero de julio y se forrará de likes.

En el asunto de la omnipresente despoblación también se identifica ese regusto melancólico por un pasado, si no mejor, sí más vivo, más optimista, más alegre. El revisionismo histórico de la España vacía, de hecho, es probable que base su éxito en acariciar con añoranza el recuerdo de la infancia de pueblo, con sus sabores, tradiciones y vecinos, moldeados con cariño por la memoria personal y colectiva durante el transcurso de las décadas.

Me atrevería a aventurar que esta fijación por las estampas, historias y personas del ayer tiene más interés entre la población conquense que en otros lugares de nuestro país. Sin ir más lejos, en La Opinión de Cuenca de hoy aparece un reportaje principal nostálgico sobre Carretería y, en otro artículo, se lee: “cada vez que veo en un escaparate el letrero de ‘Liquidación por cese de negocio’ es como si me desprendiera de un pedacito de mi propia vida. Los recuerdos afloran y vuelvo a revivir momentos del pasado, retazos de mi pequeña historia. Sucede en infinidad de ciudades, pero aún más en la nuestra; en la Cuenca que poco a poco va menguando en expectativas de futuro”. Parece, en efecto, recurrente la mirada nostálgica del pasado y el anuncio afligido de un porvenir lánguido.

Sin embargo, no todo en la vida es pasado aunque, a ciencia cierta, se erija como la única construcción de la realidad. Quizá debamos valorar en su justa medida esa evolución de la hoz a la cosechadora y, sin menospreciar la mirada melancólica de los recuerdos de infancia, aprender a mirar el futuro con mejores ojos. Es cierto que la realidad desprende estadísticas negativas sobre evolución poblacional, tasa de natalidad, edad media, renta per cápita comparada con otras provincias y coeficiente de investigación, pero también es cierto que la resignación y la añoranza no arriman el hombro en la construcción del mañana.

Rescatemos nuestros recuerdos y desempolvemos las fotografías familiares para entender el paso del tiempo y para apreciar las constatables mejoras en calidad de vida gracias, entre otros, a la educación, la sanidad, los servicios sociales y los avances técnicos. Porque cada uno de los 196.139 habitantes de la provincia de Cuenca se merece una esperanza y un futuro de bienestar sin cuantificar la especulación sobre otras cifras de población.

Quienes somos:

  • Dirección y coordinación Alicia García Alhambra
  • Redes Sociales y Contenido Audiovisual: José Manuel Salas
  • Colaboradores: Pepe Monreal, Jesús Neira, Enrique Escandón, Martín Muelas, Cayetano Solana, Manuel Amores, Antonio Gómez, Julián Recuenco, Ana Martínez, Carmen María Dimas, Amparo Ruiz Luján, Alejandro Pernías Ábalos, Javier López Salmerón, Cristina Guijarro, Ángel Huélamo, Javier Rupérez Rubio, María Jesús Cañamares, Juan Carlos Álvarez, Grisele Parera, José María Rodríguez, Miguel Antonio Olivares, Vicente Pérez Hontecillas, Javier Cuesta Nuin, Vicente Caja, Jesús Fuero, José María Rodríguez, Catalina Poveda, José Julián Villalbilla, Mario Cava.
  • Consejo editorial: Francisco Javier Pulido, Carlota Méndez, José Manuel Salas, Daniel Pérez Osma, Paloma García, Justo Carrasco, Francisco Javier Doménech, José Luis Muñoz, José Fernando Peñalver.

Síguenos: