Y así llegamos a esta cuarta y última parte de esta serie que hemos titulado “El donut” conquense. Y para quien se incorpore en este último capítulo, recordaré que la provincia de Cuenca, en términos de población y actividad económica, vendría a ser como el agujero de una rosquilla, rodeado de la masa de actividad que irradian el centro y el levante español.
Decíamos en la anterior entrega, que ese vacío se ha ido ampliando en forma de movimiento centrífugo, alimentado por dos fuerzas principales que vendrían a sumarse, con sello “made in Cuenca”, a las comunes de la ahora llamada España Vaciada: cortar las vías de comunicación terrestres a su entrada en la provincia (tren y autovía), y fomentar el desarrollo de las provincias de Albacete, Toledo y Ciudad Real en detrimento de Cuenca
Se me acabó el artículo anterior y no dio mas que para apuntar algunas decisiones, digamos que estratégicas para otros territorios de la región al tiempo que dañinas, por discriminatorias, para Cuenca. Esas que han centrifugado la energía de Cuenca hacia su perímetro, generando ese vacío en forma de agujero negro que hace a nuestra provincia acreedora, junto con Soria y Teruel, del título de territorio despoblado del sur de Europa, algo así como el top de la geografía vacía europea, junto con regiones como Laponia, que conforman el top de las mas despobladas del norte.
Aunque me queda aún artículo por delante, no pretendo tampoco ahora ser exhaustivo en la enumeración, pero si me gustaría que el rosario de desplantes venidos de nuestras administraciones del estado y regional sea lo suficientemente ilustrativo. Empezamos.
Trasvase Tajo-Segura y su ramal, la tubería manchega. Si ver pasar de largo el agua que, además de vida es prosperidad y abundancia, no es centrifugar y vaciar un territorio no se que puede serlo. Ya solo esto es un duro golpe, el territorio provincial invertebrado, fracturado, ocupado para llevar prosperidad, al levante con el trazado original, y en una segunda entrega, hacia Albacete y Ciudad Real con la tubería manchega.
Capitalidad en Toledo. No menos de mil puestos de trabajo estables y bien retribuidos (y puede que la cifra exacta sea aún mayor), mas la actividad que gira en torno a la corte regional.
Universidad. Rectorado y campus principal en Ciudad Real. Campus claramente menor en Cuenca.
Autovías. Difícil recuperarse, tanto que no hemos podido, del palo que supuso que el eje Madrid-Valencia orillara la capital como centro que debe ser de prosperidad para toda la provincia.
Ave. Un esfuerzo titánico de la sociedad conquense fue necesario para cambiar el dibujo de los mapas iniciales que en modo alguno planteaban, en los despachos de Madrid y Toledo, su parada en la ciudad de Cuenca. No suficientemente heroico como para conseguir que la estación se situara en el centro. Decisión esta, de una estación en el extrarradio, que ha supuesto un grave menoscabo de la funcionalidad y utilidad de esta infraestructura.
Tren convencional. De triste actualidad por el anuncio de su cierre definitivo, pero cuyo proceso de desinversión viene de muy lejos. 24.000 millones hay ahora para este medio de transporte, vertebración y desarrollo económico del siglo XXI, menos para Cuenca, que recibe un nuevo trofeo, la única provincia de España sin estaciones de ferrocarril convencional.
Caja de Ahorros. Una entidad financiera robusta y sana en su origen, porque así lo quería el potente ahorro conquense, y no creo necesario abundar en su ulterior periplo. A no olvidar en cualquier caso que el dinero y la actividad económica caminan de la mano y que el ahorro conquense ha sido incesantemente transferido fuera de Cuenca.
El aeropuerto de Ciudad Real centrifugó el ahorro conquense, no así actividad, evidentemente.
Del ramillete de grandes empresas que se han distribuido por todas las provincias menos en Cuenca, esas que son tractoras de actividad allí donde se instalan, mencionaré únicamente Eurocopter y Airbus.
Del sector turístico recordaremos que el palacio de congresos de Cuenca, a diferencia de los de Toledo o Albacete, permanece en el vacío del olvido, rescatado con cadencia impecable en los sucesivos programas electorales. Y la última entrega por el momento, el parque temático “Puy du Fou”, cuya capacidad de atraer turismo supera a todo lo hecho en esta comunidad desde su nacimiento.
En el epígrafe cultural, a Toledo se fue el Museo del Ejército, a Albacete el Conservatorio y, de nuevo a Toledo, el Museo regional de arte contemporáneo.
En hospitales, los universitarios de Toledo, Albacete y Ciudad Real, que junto con los comarcales en estas dos últimas provincias, nos centrifugan a los conquenses cuando enfermamos.
El centro regional de RTVE se fue a Toledo y el de control del Ave a Alcázar.
Y para finalizar, porque este artículo también se me termina, digamos que los centros de investigación han sido esquivos en nuestra provincia y pródigos en el resto. El último, el Centro Nacional del Hidrógeno en Ciudad Real, recuerden el nombre, porque lo van a escuchar muchas veces, sin ir mas lejos con motivo de sus trabajos en colaboración con CAF para desarrollar trenes alimentados por celdas de hidrógeno.