La Opinión de Cuenca

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Los penúltimos


Diez años después ha llegado la visión de Hollywood de la historia más cinematográfica de los videojuegos, “The Last of Us”. Y tanto los juegos como la serie son muy buenos, pero cuentan con varios problemas, tanto en su propia naturaleza como con polémicas inventadas buscando un sexto pie al gato.

La primera muestra de la historia de Joel y Ellie salió en 2013, hace diez años y es el que creo supone mayor problema a la saga. No el argumento absurdo de ‘que si la agenda woke, que si este personaje haría esto o lo otro’. Y es absurdo porque el espectador no es partícipe de la obra, el rol que nos queda es de observador pasivo. Si la película, serie o juego no gusta por la razón que sea, no se debería perder más tiempo con ella.

Escrita la excusa, pasamos a la crítica (incompleta, pues apenas llegamos a la mitad de la serie al escribir estas líneas). La historia es buena. Sin más. Punto. En su momento, hace una década me encantó, en especial el final. En el juego original hay momentos muy aclamados por el público que a mí personalmente no me llegaron, pero el juego me sorprendió. Apenas le seguía la pista, ni veía los trailers porque quería ir a ciegas y resultó ser un gran acierto. Diez años después, la misma historia ha salido al mercado en otras dos ocasiones con remakes y ahora con una serie producida por HBO.

Y en la serie veo las costuras. Entiendo a los productores y la justificación de la compañía, hay muchas personas que no juegan a videojuegos y que pueden disfrutar de la adaptación. Craig Mazin, creador de “Chernobyl” y Neil Druckman, creador del juego, han hecho bien la adaptación, incluso cambiando ciertos puntos de la historia para atraer a los jugadores. Y técnicamente todos los aspectos son perfectos. El casting, la interpretación, el valor de producción. Incluso las referencias al juego, con papeles secundarios a los primeros actores que dieron vida a Joel y Ellie. Pero veo que algo se asoma entre sus costuras, y es la maquinaria que hay detrás. Y esta resulta ser una de las mejores películas jamás rodadas, “Hijos de los hombres”, de Alfonso Cuarón. Película que a pesar de salir en 2006, sus temas siguen presentes y relevantes a día de hoy, y lo serán mañana, pasado y al otro. 

El problema de la serie de “The Last of Us” es que no supera la obra de Cuarón. Podría ser un problema para muchas otras películas y juegos, no superar al antecesor pero en este caso las dos historias van muy a la par. Y que no se interprete como un desprecio a la serie es muy recomendable y necesaria, pero no es una historia que haya revolucionado la industria audiovisual.

 

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